Un Carta hecha de nada
La luna alumbra el
camino desde un costado. Está húmedo y frío. Y aunque de a pasos torpes por
escribirte, inherente camine y sólo pienso: el pseudo nihilismo que es
escribirte. Empiezo en un nada. Que agarro y lleno y desarmo, tropiezo y me
pego. Una piedra me patea pero por persistencia perseverante es ella a quien
hago volar. Por todas aquellas palabras que te digo…hay mil más atrás esperando
te fijes. Y en mis mil parajes, de camino a ser algo o nada, te descubras de ese velo que te describe para
ser vos, al menos, lo que más guste. ¿Yo? Desarmado. En los tum, tum, tum de
los píes. El shhgg de la campera. Y mi !Auch! De la rama que me golpeó. Y el
toc, toc, toc…toc, toc…de la piedra que rebota conmigo y sin ya ningún canto.
Agarrame en esa carta hecha de nada. Extrañame en la moldura de cuatro pliegues
y un sello acurrucados. Y no me pierdas. De oscura la Luna mucho tiene, más ilumina.
De ir me voy, pero sobre cada sobre digital, escarpado por mis manos…pasa la
nada y su categoría misma.
Ignacio Aldebarán
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