Cuando golpeaban las mareas
Cuando golpeaban las mareas, y
las olas violentas surcaron el costado de la lancha, atravesando el ancho
canal, sentí miedo, por primera vez desconocido. Ignoré que iba a encontrar,
hasta aquel momento.
En la playa de la Mancha; sangrienta, quedó ensordecida por los cañones.
Llegó el momento que no se escuchaban gritos en la triste playa. Es raro. No
hubo un primer muerto, ni aquel que pereció un último. Fueron todos parte de
una ola humana que se hizo añicos destrozando el muro Atlántico.
Hierve la sangre que el agua enfría. Truenan los rayos de los paganos
dioses. Y nos vieron tristes, a las tristes criaturas de ojos pavoridos correr.
Cayeron, pisaron, y fueron pisados. Masacrados por metralla y plomo de también
ojos ávidos. Cuanto odio cargaron esos cartuchos. Cuanta ruina portan los
uniformes que se golpean, se matan, ordenan u obedecen a: ir.
Fuimos un cliché histórico. Construido
para ser soberano entre tus enemigos. Una hombría neandertal apócrifa que
también fue cruz, luna, oro y joyas, tierra y combustible, árboles y comida,
odio y pasión, y la más cruel de todas las ignorancias.
Y hoy cargué, hace mucho, una
bandera libertad.
Una esvástica se inclina.
Hoy terminó el ocaso que nació dentro de campos de alambres y de púas.
Aun así, sigo siendo uno más.
Colmado de vergüenza que sin creer creyó, sin querer mató, obró en plena
voluntad y no pasa un día más que no vea aquel Día D sólo muerte. Aquella que
juramos no volver a cometer, desde hace tanto y tanto tiempo más atrás.
Ignacio Aldebarán
Bellas letras. Gracias por compartirlas. Un placer leerlas. 🌺
ResponderEliminarLa peor de las faltas, Ignacio, creo que es la omisión. Y todos somos omisos de causas que nos reclaman e ignoramos. Hermosas letras, gracias por compartir.
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