La Orden (Los Amigos)

Pertenezco a una orden que desde antaño luchó cuando nos necesitaron. Combatimos el mal, las sombras y todo rastro de maldad. Aplacamos con cólera la desgracia y la pena. Sobrellevamos las cargas negativas y extinguimos el odio. Ayudamos cuando no hay esperanza. Afirmamos el hombro para resistir la avalancha que se derrumba sobre nos. Protegemos con escudos el ataque de la nostalgia y la melancolía y luchamos hasta en los lugares más remotos.

Estuvimos en Masada, Jerusalen y sus cruzadas, La guerra de los Cien años, Trafalgar y Lepanto. Batallamos en España, Francia y Alemania. Caímos en Pearl Harbour y nos levantamos en las playas de Normandia. Lidiamos en el Golfo Pérsico, Mogadiscio y cargamos en Malvinas. Luchamos en desiertos, mares y estepas. En campos, costas e islas, sobre el cielo y debajo de él y también de las estrellas. Vivimos entre la paz, la guerra, en todo lugar donde haya pena. La combatimos sin piedad y sin titubear. Nos llaman a gritos y ahí estamos. Acudimos sin vacilar dejando de lado el orgullo. Vemos más allá lo que realmente vale la pena y nos entregamos a ello con pasión y devoción. Somos más importantes que la religión o el país. Vamos más allá de simples lugares y atravesamos peligrosos senderos y parajes. Luchamos para que prevalezca el objetivo de la orden y morimos por ello. Estuvimos y estaremos, jamás pereceremos. Y entre los lapsos del tiempo fortaleceremos lo que somos y combatiremos contra lo que quiera arrasarnos. Fuimos, somos y seremos y por siempre nos llamaremos, Amigos.

Ignacio Aldebarán