La playa que recuerda a los Héroes
6 de junio de 2024.
La guerra no es para nadie. El atípico comportamiento marcial, que sobre todos los hombres guardamos es más una fascinación histórica que el deseo empírico de un combate. Buscar la gloria en la muerte es una cualidad laboriosa bastante curiosa, y sólo reservada a quienes el sacrificio sopesó todo en su vida. Es más fácil pensarlo que decirlo, más aún, lograr sentirlo. Una cosa es sacrificarnos por nuestra familia, otra es, entender la labor de un soldado a con su patria, con una nación, con la humanidad. Y sabemos qué, hace ya ochenta años, esa playa significó todo. Al momento, trabajo es trabajo. Pero son esas circunstancias, únicas, singulares e históricas, cuando todo cobra sentido. El atípico comportamiento marcial de defender a un camarada en la trinchera, detrás de un pedazo de metal. De matar por él. De ver sus miedos, su vida directamente a los ojos.
De ver la familia en todos lados. Incluso en el otro bando. Por el cual se está ahí.
Como humanidad sabemos y hemos aprendido muchas cosas, de nuestro pasado, pocas, a decir verdad, erramos más veces de las que hemos acertado. Y, en ocasiones, los errores son tan dolorosos que quedan grabados a fuego. Y la humanidad entera los recuerda. Tenemos centenas de frases, de autores vivos y muertos respecto a dónde, por qué y cuando se forjan los héroes. Un héroe se hace en el campo de batalla, se hace en un hogar, se forja ante la necesidad. Su cualidad es estar presente en ese momento. Por vivir o morir, pero es una epopeya que él afronta sólo. Campell lo aclaró en su obra y, los rasgos están. Pero jamás dijo de cómo el mundo los ve después D. Y hay millones de ojos que los ven y los recuerdan, los piensan; miles de millones que hubiesen tenido tantas cosas distintas. Hubiese sido diferente. Y, quizás mis años me demuestran que la historia a veces es injusta. Y quienes murieron en ella, en una guerra, en una batalla, pese a la pena de la tiranía, la desidia, el interés y el deseo de poder, pese a todo eso en una guerra sólo quedan ruinas. Y de las ruinas siempre nacen héroes. Y nuestro mínimo deber es honrarlos.
En memoria al octagésimo aniversario del desembarque de Normandía. El Día D. El día que la humanidad cambió todo, dio el paso inicial al fin de un conflicto que arrastró millones de personas. En una playa que recuerda a fuego vivo a todos sus héroes. Y ni las olas ni los años pueden limpiar la memoria de los caídos.
Ignacio, toshiwars.
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